viernes, 9 de febrero de 2018
MAGIA CON NEVERAS Y CONGELADORES
REMEDIOS PARA APACIGUAR A LOS ENEMIGOS
Es evidente que alguien que nos quiera mal, debe estar alejado de nosotros o en su defecto "congelado" en lo que a operatividad se refiere. Por tanto, los remedios en este sentido, serán para usar siempre en el congelador.
Por un lado, podemos congelar a un adversario con el que mantengamos contacto, simplemente envolviendo un pelo, un trozo de piel, uña o muestra de prenda de dicha persona, en un papel de aluminio que colocaremos en el congelador por espacio indefinido.
Otro remedio muy efectivo, es recurrir a una fotografía. Recortaremos únicamente la cabeza de la persona y la situaremos en el compartimente de la cubierta que rellenaremos con agua, unas gotitas de limón y un pellizquito de harina de trigo.
Lo dejaremos enfriar hasta que se forme un cubito, de manera que éste represente la paralización de los malos sentimientos que tiene dicha persona sobre nosotros. Por supuesto, para que ésta representación tenga una mayor efectividad, tanto que el momento en que elaboramos el cubito, como en los momentos posteriores, debemos visualizar la imagen de esta persona quieta y apaciguada.
Una variante del ritual de los cubitos será fotocopiar el rostro de nuestro enemigo, en blanco y negro, tantas veces como cubitos tenga la cubitera. Le echamos a cada cubito las mismas gotas de limón y pizcas de harina que hemos referido anteriormente. Envolveremos la cubitera con una tela de seda blanca, o similar, que tendrá la función de apaciguar las energías y, cuando los cubitos se hayan formado, procederemos a realizar el siguiente ritual:
MATERIALES NECESARIOS:
- Dos velas de color negro.
- Sal marina.
- Cubitera con los cubitos especiales ya citados.
Sobre una mesa que colocaremos al sol, sobre el suelo de nuestra terraza o balcón, o cerca de una ventana, situaremos formando un círculo, la sal marina. A las 3 y a las 9 de dicho círculo, es decir, a izquierda y derecha, colocaremos las velas negras que encenderemos con cerillas de madera. En el interior del círculo depositaremos, sin la cubitera, los cubitos de nuestro adversario o enemigo. Seguidamente invocaremos:
"Por el poder del Fuego, destructor y creador a la vez, pido a las Fuerzas Celestes, Cósmicas y Divinas, que, así como se funden estos cubitos que representan la maldad de ... (pronunciar el nombre y los dos apellidos de la persona), se derrita su animadversión y todo poder negativo que irradia sobre mí."
Cuando las velas se hayan consumido totalmente, daremos por finalizado el ritual. Recogeremos los restos, introduciéndolos en una bolsa de basura de color negro y la tiraremos al contenedor más próximo.
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