lunes, 23 de abril de 2018

Las meigas gallegas



Todo el mundo, al menos “todo el mundo” que resida en España, ha oído alguna vez hablar de las meigas gallegas… que “haberlas hailas”, pero poca gente conocemos su origen o las diferentes clases de ellas que hay. ¿Qué os parece si nos adentramos un poco más en este mundo mágico?

Porque la palabra “meiga” quiere decir exactamente eso: “maga” y las gallegas comparten también algunas características con las brujas (son capaces de echar el mal de ojo, por ejemplo), aunque se distingue de esta última en que poseen más atributos benévolos: pueden ser también curanderas o videntes; veamos su definición: “persona de con poderes extraordinarios o mágicos y que puede pactar con el diablo”.

Por lo que respecta a su tipología, esta es bastante variada y va desde aquellas que surcan los cielos montadas sobre un caballo, sobre su escoba o sobre las estacas que sujetan la carga en un carro. Además, cada una de ellas posee un tipo distinto de poder… ¡veamos algunas!:


Chupadoras: ¡cuidado! son las más peligrosas, pueden cambiar de aspecto e incluso transformarse en vampiros e insectos. Chupan la sangre a los niños y les roban su grasa corporal para fabricar sus ungüentos y pociones.

Feiticeira (Hechicera): habitan en las cercanías de los ríos; aunque de avanzada edad, su aspecto no repele, posee una hermosa voz con la que hipnotiza a los chicos que se acercan al río y, cantándoles, consigue que se vayan metiendo en el río, donde al fin se ahogarán.

Vedoira: hermosa y agradable. Posee facultades adivinatorias, y son expertas en contactar con el Más Allá.
Voladoira: como su nombre indica, puede volar.

Cartuxeira: echa las cartas y siempre acierta en sus augurios.

Dama de castro: habita bajo castros en un castillo de cristal; va siempre vestida con un largo vestido blanco de cola y siempre atienden las peticiones de la gente. Por lo general, se le aparece a la gente con problemas.

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